Mercedes Zamora (y Guillermo Escobar) es madre de diez hijos, “cinco chicos, cinco chicas y tres abortos”.
Uno de ellos, Héctor Escobar Zamora, habla de su madre. “Encantado de hacerlo, me emociona hablar de mis padres, sobre todo de mi madre, que creo que representa todas las virtudes del ser humano: la sencillez, la prudencia, la templanza, la humildad, la paciencia y, sobre todo, la eterna generosidad, mi madre es sobre todo generosidad”.
Recuerda Héctor como en su casa no eran 10 hermanos: “Éramos 10 y dos ó tres amigos de cada uno. Siempre había un lugar para todos, comida para quien llegara... La paciencia de mi madre no tiene límites, bien es cierto que nos acostumbró a colaborar, cada uno tenía una tarea asignada y debía realizarla, sin distinción, igual para hombres que para mujeres. Lo del machismo jamás existió en nuestra casa”.
Uno de los grandes legados de sus padres (“mi padre tiene carácter, pero...”) es haberles inculcado la unión entre los hermanos. “Nos juntamos varias veces al año y son entrañables hasta las broncas que tenemos. En casa siempre nos educaron en valores y mi madre nos educó siempre en el bien, eso es impagable”.
Como son impagables tantas otras deudas que tenemos con estas madres leonesas y olvidadas.
Te queremos mucho, abuela.
http://www.la-cronica.net/2011/03/13/vivir/no-hay-mas-que-una-pero-olvidada-114456.htm
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